Encaminada a alcanzar aspectos específicos del desarrollo que no han sido asimilados por el individuo de forma adecuada (lateralidad, equilibrio, autorregulación, lectura-escritura, conceptos matemáticos, estrategias sociales…) y que pueden mejorar la formación integral de la persona, sea cual sea su edad.
REEDUCACIÓN PSICOMOTRIZ:
intervención que tiene como objeto la modificación o reaprendizaje de algunos aspectos específicos del desarrollo psicomotor que no han sido asimilados por el individuo de forma adecuada, o bien, que han sido afectadas por la presencia de alguna enfermedad o trastorno (como el Alzheimer, Parkinson, Trastorno del Espectro Autista, Síndrome de Dravet, Síndrome del cromosoma X frágil, etc).
Hoy día, la mayoría de los padres y profesores están viendo cómo los niños con bajo rendimiento escolar aumentan y no entienden el origen de ello, o perciben que pueden ser por la sobreestimulación de las nuevas tecnologías y la falta de motivación por parte de las clases normalizadas.
Y realmente, no van muy mal desencaminados, ya que el proceso de informatización a todos los niveles en nuestro entorno está haciendo que los niños tengan dificultades de atención-concentración en clase y en casa, incluso cuando los docentes introducen en sus clases las tecnologías para motivar más a sus alumnos.
Pero el problema es que, nos olvidamos de algo fundamental que está ocurriendo en las últimas décadas de nuestra sociedad y es, la falta de MOVIMIENTO que cada vez más niños parecen presentar, provocando falta de coordinación, poca conciencia corporal y la alteración de la lateralidad, responsable de muchos problemas de aprendizaje y del fracaso escolar.
El movimiento ayuda a que los niños se desarrollen yestimulen de forma óptima tanto intrínsecamente como externamente, aprendiendo a controlar sus impulsos, responder a los estímulos de forma adecuada y mantener su cuerpo en alerta o relajado cuando es necesario.
Todo esto, ayuda a los niños a madurar el desarrollo del proceso cerebral, es decir, tener un progreso de desarrollo adecuado del sistema nervioso encargado de controlar y dirigir todas las funciones y actividades de nuestro organismo en general.
Los niños se mueven de forma innata desde que nacen -pataleos, succión, prensión, volteos y giros- y esto se debe a la necesidad por parte del cuerpo de recibir estímulos para desarrollarnos como persona, haciendo del movimiento el elemento clave para el desarrollo del aparato locomotor.
Sin acción corporal, los niños no pueden progresar en la cadena muscular, impidiendo así la reptación, gateo, volteos, bipedestación y deambulación, provocando la falta de desarrollo de la musculatura necesaria para moverse y activar la cognición, así como la musculatura orofacial importante para la masticación y el habla.
Los niños con pocas experiencias motoras en la educación infantil, posteriormente en educación primaria presentan dificultades de aprendizaje, falta de motivación, resultados curriculares inferiores a la media y en especial, se ve reflejado en los déficits con los aprendizajes instrumentales: lectura, escritura o cálculo. Es en este momento, cuando llama la atención de los padres y suelen preocuparse por cómo ayudar a sus hijos/as.
El movimiento se ha confirmado científicamente que ofrece la posibilidad de establecer un aumento de conexiones neuronales, produciendo mejoras en el predominio motor relacionado con las partes del cuerpo, que integran sus mitades derecha e izquierda, y que ayudan a distribuir de forma efectiva las funciones que se establecen entre los dos hemisferios cerebrales.
Esto favorece que el niño controle mejor su cuerpo, orientándolo en el espacio y en el tiempo, integrando la diferente información integral que recibe e interpretando el mundo que nos rodea.
Es decir, previene dificultades de aprendizaje debido a adquisición de una lateralidad homogénea (ojo, oído, mano y pie dominante del mismo lado) y una correcta coordinación dinámica general que ayudará a orientar las letras y los números al escribirlos y realizar actividades que impliquen el manejo coordinado viso-manual y el pensamiento abstracto como las matemáticas.
Si esta necesidad que tiene el cuerpo de moverse para desarrollar la musculatura y por ende, la maduración de la persona a nivel global, cabe destacar la falta de significado que tienen actualmente la mayoría de los objetivos de los centros educativos, que se limitan a tener sentados a sus alumnos la mayor parte del tiempo.
Esta falta de movimiento hace que los alumnos no puedan mantener una atención prolongada de más de 10 minutos ya que se limitan a despistarse con cualquier estímulo que les distraiga. Sin embargo, si se estableciera un programa que tuviese como eje transversal la actividad psicomotora, el rendimiento mejoraría de forma considerable.
Por otro lado, muchos adolescentes y adultos con diversidad funcional (enfermedades o trastornos) también presentan inmadurez en muchos de los aspectos relacionados con el movimiento y la conciencia motora, lo que les hace no seguir progresando en otras áreas de desarrollo que podrían mejorar, si trabajasen de forma diaria y continua un programa de ejercicios y actividades psicomotrices específicos a sus características.
Las dificultades más frecuentes que suelen presentar los individuos con necesidad de realizar una intervención en REEDUCACIÓN PSICOMOTRIZ, son los relacionados con:
- Lateralidad: dominancia lateral que debe estar bien definida y de forma homogénea (alrededor de los 5 años) para adquirir un buen desarrollo neurofisiológico y evitar dificultades en el rendimiento e integración escolar de niños y adolescentes, y problemas personales y laborales en adultos.
- Coordinación dinámica general: adecuada acción de todas las partes del cuerpo durante la realización de movimientos que requieran de gran cantidad de segmentos musculares. La falta de coordinación o movimientos descoordinados, se traduce en un incorrecto funcionamiento del sistema nervioso central que es el encargado de enviar la información a la musculatura.
- Lecto-escritura y conceptos matemáticos: alteración en el orden de las letras o números de manera total o parcial, falta de coordinación manual, dificultad para leer palabras y frases, lectura lenta, dificultades de comprensión lectora y de conceptos abstractos matemáticos (como la suma, la resta, anterior, posterior, fraccionar, etc).
- Autorregulación: procesar adecuadamente la información del exterior y saber controlar las emociones y conductas impulsivas (punto de ajuste). Las personas con dificultades del procesamiento sensorial necesitan de un correcto trabajo de integración sensorial al presentar problemas para manejar la información captada por uno o varios de los sentidos: tacto, vista, olfato, oído, gusto, propiocepción, vestibular e intercepción.
- Lenguaje: capacidad propia del ser humano para expresar pensamientos y sentimientos por medio de la palabra que se desarrolla a partir de aspectos básicos de la experimentación del propio cuerpo con el entorno, el control de sí mismo y la coordinación de los propios movimientos corporales. Por lo que, si el desarrollo psicomotor no se trabaja en la infancia puede provocar dificultades en la adquisición del lenguaje y el aprendizaje.
- Equilibrio y conciencia corporal: capacidad para mantener el cuerpo en una posición en el espacio-tiempo utilizando la gravedad o resistiéndola. Para ello, se requiere de la conciencia corporal que es el medio fundamental para cambiar y modificar las respuestas motoras y emocionales (integración del esquema corporal, control tónico-postural y respiratorio, orientación espacio-temporal del cuerpo, capacidad receptiva y movilidad-inmovilidad del propio cuerpo global o segmentario). Los trastornos de equilibrio pueden provocar escasa atención, inhibición, inseguridades, ansiedad o falta de autonomía, entre otras consecuencias.